Uzbekistán es la cuna de una de las civilizaciones más antiguas del mundo. Sus ciudades milenarias rebosan arte y arquitectura de la gloria pasada. Lugar de Khanes y grandes imperios colonizadores descendientes directos de Genghis Khan que desarrollaron las artes, la ciencia y la arquitectura de forma singular.
Es un viaje al pasado, lugar por excelencia de encuentro entre mercaderes de todos los tiempos. Parada obligada en la Ruta de la Seda, justo en el punto de unión donde confluían las rutas de la seda de China y la India, y desde aquí partían hacia occidente.
Por un lado tenemos su capital, Taskent, es una moderna metrópoli con un aire soviético. Por otro tenemos ciudades como Jiva, Bujará o la mítica Samarcanda que están cargadas de un pasado histórico, fabulosas leyendas, minaretes, madrazas y mezquitas con ricos azulejos azules y turquesa.
Uno de los mejores países para apreciar la belleza del arte islámico, con toques de fusión entre oriente y occidente. ¿Imaginas un escenario tipo Alibaba y los 40 ladrones, que alfombras voladoras y palacios de ensueño? Este podría ser ese lugar.