Jordania permite descubrir enclaves bíblicos como el Monte Nebo, ciudades grecorromanas como Jerash, el insólito mar Muerto, los castillos de los cruzados, el desierto de Wadi Rum, que sedujo a Lawrence de Arabia y la mítica ciudad de Petra, máximo exponente de la cultura nabatea.
Jordania, el enclave bíblico es un pequeño país pero cargado de historia.
Muchas civilizaciones han dejado sus huellas en estas tierras: egipcios, hititas, asirios, griegos, romanos, bizantinos, árabes, cruzados, etc.
Sus habitantes de hoy son una mezcla de todas estas culturas, razas y religiones.
Está estructurada en un conjunto de 12 gobernaciones o muhafazat, con la ciudad de Amman como capital.
Limita al norte con Siria, al noreste con Irak, al este y sur con Arabia Saudita, al suroeste con el Mar Rojo y al oeste con Israel y los territorios palestinos.